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Una explicación a lo que nuestras amigas no transexuales no entienden. Una buena amiga dice que siente tristeza por la transexualidad y otra me pregunta por qué sueño con una nueva vida como transexual, pudiendo desearla como mujer. Me doy cuenta de que no saben la profunda alegría que hay en la transexualidad, que es justamente la experiencia del cambio de una situación insoportable a una situación deseada.
Las personas no transexuales suelen estar contentas de su condición, que es para ellas lo normal, el punto de vista acostumbrado, aunque las mujeres suelen ser más escépticas, incluso lo agradable o hermoso en el amor. Pero la aceptan y de esta manera, lo que sienten es la dependencia de la naturaleza, y no sienten la alegría de la profunda independencia que hay en la transición transexual.
Sabemos que han podido ser tristes las dificultades por las que pasamos, los límites por los que nos encontramos, pero sentimos un maravillamiento por nuestra realización que es nuestro sentimiento central; todo lo demás, es menos importante que él.
Si, además, con el tiempo, vamos consiguiendo que se nos entienda y se nos respete por la belleza de lo que vivimos, sin que sea preciso compadecernos por nuestras dificultades, y ya hemos conseguido que se consideren legítimas nuestras hormonaciones y operaciones, y se conseguirá que seamos también fértiles como trans, nuestra alegría será perfecta y la condición transexual se entenderá en todo su valor humano.
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