La Túnica Palmaria

viernes, 23 de diciembre de 2011

APORTACIONES DEL PENSAMIENTO QUEER A UNA TEORÍA DE LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL

Concepción Ortega Cruz


Cuando pretendes dirigirte a un público amplio y heterogéneo creo que la 
mejor estrategia es no dar por supuesto nada. Si a esta convicción personal 
se le une el hecho de que en muchas ocasiones al hablar de lo queer no resulta sencillo unifi car criterios, la mejor forma de comenzar (o al menos la que nos 
permite disminuir riesgos) es ofrecer una defi nición consensuada que nos sirva de 
lugar común a la hora de desarrollar el discurso. El único inconveniente es que esa 
defi nición consensuada no existe cuando nos referimos a lo queer. 
Una de las  principales premisas del movimiento queer es rechazar las defi niciones: nombrar es matar, defi ende Marla Morris
1
. Manifestarse en contra del nombrar 
es rebelarse contra la sujeción de la norma y esta situación, obviamente, nos enfrenta 
a un dilema: ¿cómo podemos hablar sobre algo que se resiste a ser defi nido? Nuestra 
naturaleza simbólica nos aboca a nombrar y, si lo que se nos ofrece son conceptos de 
límites borrosos (como ocurre con lo queer), la tensión se debate entre la polisemia 
y los malos entendidos. Claro refl ejo de esta situación es la múltiple variedad de 
opciones entre las que podemos elegir a la hora de traducir al castellano la palabra 
queer: raro, extraño, desviado, torcido, homosexual, lesbiana, excéntrico, enfermo, marica, bollera... un amplio campo semántico cuyo denominador común es la referencia 
a lo residual, a lo que en el mejor de los casos puede ser aceptado pero nunca igualado con “los normales”.  Por ello, a los sujetos queer no les queda más alternativa 
que reivindicar su propio espacio, un espacio político que dinamite los pilares de la 
norma
2
.  
El objetivo fundamental de este breve artículo es analizar ese espacio exponiendo 
las características principales del movimiento queer. Pero no quiero conformarme 
con ello. Quiero reivindicar que para que dicho espacio político despliegue todo 
su potencial crítico y transformador tiene que comprometerse activamente con la 
lucha anticapitalista y antipatriarcal. Sé que de esta forma se me puede acusar de 
estar exigiéndole demasiado al movimiento queer (espero poder demostrar, al menos 
como esbozo, que este compromiso político es el requisito mínimo necesario para 44 Cuadernos del Ateneo
que las tesis básicas del pensamiento queer se sostengan en pie). Sé que se me puede 
acusar de trasnochada al defender una premisa supuestamente caduca como es la 
de la necesaria transformación social (a esta acusación no voy a dar respuesta por la 
sencilla razón de que ya los hechos se encargan de desacreditar los argumentos tan 
abiertamente conciliados con el poder). También me enfrento a la posible crítica 
de que al exponer estoy defi niendo y esta defi nición contradice las reivindicaciones 
queer. Si la alternativa al decir es el silencio, prefi ero correr los riesgos del nombrar a 
sabiendas de que el nombrar se puede convertir en la cosa misma.

Leer más...  http://www.ateneodelalaguna.es/pdf/ATENEO26/ortega.pdf
.

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